martes, 25 de marzo de 2008

¿PERIODISTAS O HOOLIGANS?

A punto de empezar la nueva legislatura, parece ser que los resultados electorales han calmados las agua políticas. La crispación definitoria de los últimos cuatro años, parece estar, al menos momentáneamente, aletargada. Incluso algunos de sus más firmes paladines han anunciado su retirada a un segundo plano. Quizá esta vez, los políticos, sí que hayan entendido a la ciudadanía y puede ser que las intenciones manifestadas la noche del 9 M sean, en esta ocasión, verdaderas.

Casi todo apunta a que, después de la tempestad venga la calma. Y digo casi todo, porque hay personajes que se siguen empeñando en mantener contra viento y marea la etapa de crispación, sabiendo que son ellos los principales beneficiarios de la misma.

Estos siniestros personajes, además de los obispos, claro está, son los que yo denomino “Periodistas Hooligans”, que aunque no se pintan la cara con los colores de su partido, colorean todas sus informaciones con una parcialidad insultante, que aunque no agreden físicamente a los partidarios de los otros partidos, sí que lo hacen, y de que manera, verbalmente, que aunque no destrozan mobiliario urbano, si que hunden las esperanzas de que la política española pueda ser un día parecida a la Europea.

Naturalmente estos Hooligans-Periodistas pertenecen a todos los partidos, en especial a los dos grandes, y con sus simples, partidarios, sectarios y engañosos análisis pretenden hacernos caer a todos en su profunda amargura vital.

El hábitat preferido de esta subespecie son los programas de radio y televisión en los que la escala de grises no existe, en los que el insulto, la ironía barata y la especulación han sustituido a la dialéctica y a la argumentación. Hacen de sus discrepancias un triste espectáculo de reproches personales al más puro estilo “La Esteban vs El Lecquio”. Y de sus polémicas artificiales y artificiosas su modus vivendi.

La persistencia de estos “profesionales” es uno de los indicios que nos pueden estar indicando la lejanía de la esperado nueva etapa. Ya que a estos especialistas en la descalificación gratuita les interesa sobremanera mantener la tensión política, para poder seguir pasando por caja de los diferentes medios. Pero quien toma la iniciativa en estos casos ¿son ellos mismos? ¿o son los partidos a los que les interesa los debates espectáculos, con abandonos de platós, querellas, etc? Realmente no se sabe si son los estos comunicadores los que están a la altura de los políticos o viceversa.

Me temo que mientras los Losantos, Sopenas, Iglesias, Duranes, Sansebastianes, Villas, Vidales... no asuman su resposabilidad ético-social como periodistas, la añorada calma y la deseada tranquilidad no llegarán a la escena política española y por extensión a la sociedad, basta con ver el contenido y la forma de los s.m.s que llegan a “Norias”, “A.Rs”..., las llamadas, mails de adictos a “mañanas” y “linternas”, o los comentarios en los distintos diarios electrónicos o blogs periodísticos. Podemos también escuchar los diálogos en cafeterías, parques, metros y autobuses para oír hasta la saciedad repetir con las mismas palabras el mensaje que los diferentes gurús ideológicos han lanzado previamente.

Lamentablemente no todos los hooligans vienen de la G.B, lamentablemente muchos de ellos se cuelan con facilidad en nuestras vidas.

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