lunes, 29 de octubre de 2007

PASEO JUNTO A LA MAR

Aunque no soy oriundo de costa, he vivido buena parte de mi vida en poblaciones con bellas costas y playas, Valencia, Mallorca, Menorca... Aunque mis raices son más bien montañeras, éstas han crecido hasta llegar a la mar. Aunque soy de los que el aroma del monte tras la lluvia evoca grandes y hermosos recuerdos, no puedo evitar necesitar pasear junto a la mar.
La suavidad de la arena en los pies, la brisa húmeda en el rostro, el sonido de las olas y las aves marinas, el aroma del salitre... hacen de cualquier paseo junto al mar un premio para los sentidos y un regalo para el alma.
Pasear junto a la mar es abrirse al propio horizonte marino.
Pasear junto a la mar es abrirse a uno mismo.
Pasear junto a la mar es abrirse a la belleza.
Paseando junto a la mar todo es mucho más sereno: el sufrimiento y el dolor más serenos, la alegría y la ilusión más serenas, la soledad menos sola, la compañía más íntima.
Paseando junto a la mar todo es más intenso: el ser más intenso, el estar más intenso, el pensar más intenso, el sentir más intenso.
Y así, paseando junto a la mar, serenidad e intensidad se unen y nos abren a la inmensidad del misterio de la vida.
Paseando junto a la mar, el tiempo pasa más rápido, pero la vida pasa empapando cada momento de sentido.
¿PASEAMOS JUNTOS?

domingo, 28 de octubre de 2007

SENTIR con " HOY NO ME PUEDO LEVANTAR"


Hay musicales que se ven, hay musicales que se disfrutan, hay musicales que impactan, pero hay un musical que además de todo lo anterior, se vive y se siente. No importa la edad, no importa la ideología, no importa incluso que lo hayas visto más de una vez. Porque cada vez es distinto, porque cada vez te llega al alma, porque cada vez te hace sentir, ta hace cantar, te hace bailar, te hace reir, te hace llorar.
No sólo a los ochenteros, también a los setenteros y noventeros incluso a los que ya les queda lejos esos maravillosos 80.
HOY NO ME PUEDO LEVANTAR es un musical que lo tiene todo y por eso llega al espectador. La emoción empieza cuando estas en la puerta del teatro esperando la apertura, continua cuando entras al teatro y esperas el comienzo del espectáculo, llega a su máximo exponente a lo largo del teatro, con una historia sencilla pero eficaz, con unos números musicales impresionantes que nos vuelven hacer sentir, lo que los conciertos de MECANO nos hicieron mentir, y la emoción continua cuando el show acaba y abandonas la sala contento, feliz, pretórico.
Gracias a Mecano por todo lo que ha hecho, gracias a Nacho Cano por su genialidad desbordante, gracias a todos los actores, bailarines, músicos, cantantes, técnicos... que durante cuatro horas nos hacen sentir y vivir a tope.
Hay gente que dice que los 80 no queda nada, yo digo que queda todo y la experiencia de "Hoy no me puedo levantar" lo demuestra.