martes, 11 de diciembre de 2007

SENTIR PENA, VERGÜENZA, ASCO Y MIEDO

Me encanta sentir. Me encanta leer un libro, ver una película, escuchar una canción, contemplar una obra de arte un paisaje y dejar que provoquen en mi persona sentimientos. Sentimientos alegres o tristes, más o menos intensos... Me encantan las cosas que me hacen sentir. Pero hay sentimientos que rechazo de pleno. No me gusta sentir cierto tipo pena por algo o por alguien, no me gusta sentir vergüenza ajena, no me gusta sentir asco.

Por eso no escucho la COPE, porque las veces que lo he intentado además de sentirme insultado por sus locutores estrellas, he sentido lo peor que puedo sentir, triste pena, vergüenza ajena y profundo asco.

Pena de que haya gente que para defender su ideas y sus posiciones necesite insultar, difamar. mentir. Pena de que esa gente encuentre cobijo, refugio y aliento en una institución de inspiración cristiana.

Vergüenza ajena por el nivel ético de sus argumentaciones, por el tipo de insulto que utilizan.

Asco por ver como utilizan todo, lo más sagrado y lo más profano, para beneficio propio. Asco porque nada les para. Asco porque son capaces de cualquier cosa. Asco porque mienten a sabiendas, porque se presentan como perseguidos, cuando son ellos los que incitan al odio, a la violencia. Asco porque sus fijaciones con algunos temas o personas además de lamentables son injustas y gratuitas.

Miedo por su fanatismo y su fundamentalismo. Por su jaleo a la violencia y a la crispación, por ver como lo mismo que ellos gritan a través de los micrófonos, lo gritan después los "informados ciudadanos", en la concentraciones y manifestaciones.

Pero lo que resulta más difícil entender es que esto se haga en la COPE, la cadena propiedad de la Conferencia Episcopal, aunque viendo los métodos inquisitoriales de Roucos, Cañizares y compañía (gracias a Dios no todos) lo de la emisora, sólo es una prolongación de su infinita y católica maldad.

En su defensa dicen que la COPE es el último reducto de la libertad de expresión, ja ja ja. Me cuesta mucho imaginar información objetiva sobre ciertos movimientos cristianos, me cuesta mucho imaginar pluralidad en sus informativos y en especial en los religiosos. Dicen que es la única forma de saber lo que pasa, tremenda mentira y manipulación, insulto velado a sus oyentes a los que indirectamente tratan de tontos e ignorantes.

Además de no escuchar esa radio, nos queda otra forma de protestar: la crucecita de la declaración de la renta.

Ojalá un día se pueda escuchar la COPE sin sentir pena, vergüenza, asco o miedo.

1 comentario:

May! dijo...

Hola! Lei muy poco de tu Blog, pero me gusta, lastima q no actualizaste hace mucho. Espero q vuelvas pronto. Saludos!